El primer país emisor de moneda bimetálica circulante a nivel mundial fue Italia. En 1982, la Ceca de Roma, Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato,
sorprendió al mundo con una moneda de 500 Liras muy particular. Ésta
consistía en una circunferencia de latón inscrita dentro de un anillo de
acero inoxidable. San Marino y Vaticano, que compartían sistema
monetario, siguieron la estela de Italia y emitieron sus 500 Liras
también en formato bimetálico.
Años más tarde, en 1987, Marruecos emitió con cospeles de la moneda
de 500 Liras sus nuevas monedas de 5 Dirhams y un año más tarde Francia y
Mónaco, con sus moneda de 10 Francos y Tailandia, con su moneda de 10
Baht, siguieron el ejemplo de Italia.
En 1992, la Monnaie de Paris saltó a primera plana de la numismática
internacional presentando un nuevo tipo de moneda bimetálica. La nueva
moneda de 20 Francos estaba formada por tres aros concéntricos en lugar
de dos, un centro de latón con una corona de níquel inscrita en un
anillo de latón, esta moneda fue conocida mundialmente como Moneda Trimetálica.
Desde entonces, numerosos países del mundo han emitido monedas
bimetálicas para su circulación y uso corrientes. Para este uso, las
tonalidades metálicas más usadas son las combinaciones de metales
dorados con plateados. Existen también otras combinaciones posibles pero
poco comunes: la moneda de 50 Coronas de la República Checa combina el
cobre en su anillo y el dorado en el centro; los 2 Naira de Nigeria usan
el cobre en el anillo y níquel en el centro; y la moneda de 10 dinares de Argelia utiliza dos metales del mismo color gris pero de distinta tonalidad: acero en el anillo y aluminio en el centro.
Otros países han usado este formato bimetálico para realizar monedas
commemorativas de un nivel y calidad apreciados por todos los
coleccionistas numismáticos. Estas monedas se fabrican combinando
metales preciosos como el Oro o la Plata o alterándose con éstos otros más innovadores como el Niobio, el Titanio o el Tántalo.
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